domingo, 23 de septiembre de 2007

Mishima, "El Hemingway japonés"


El compartimiento de la vida lo llamó “el Hemingway japonés”; Yasunari Kawabata, el primer novelista japonés para ganar un premio Nobel, declarado que “aparece un escritor de su calibre solamente una vez cada 200 o 300 años.”

La manera de Mishima era ciertamente desagradable. De adolescencia las fantasías violentas encendido lo poseyó, que él anotó detalladamente en la novela autobiográfica, las “confesiones de una máscara”. Él imaginaba una vez un teatro del asesinato, en el cual los “gladiators romanos jóvenes ofrecieron encima de sus vidas para mi diversión.” Y él soñaba con banquetear en el cuerpo de un compañero de la escuela, te presentó una vez desnudo y fijado a un plato extenso. Rummaging a través de los libros del arte en el estudio de su padre, él vino sobre un cuadro del martyred a Santo Sebastian. Allí, como él presumía sobre la sangre que exudaba de los agujeros de la flecha, él masturbated por primera vez.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Mishima sintió bien a un autor ferviente para una vuelta a las virtudes antiguas de Japón. En la altura de su carrera, después escribiendo sobre 100 trabajos, y recibiendo tres nombramientos del premio Nobel para la literatura, Mishima commmitted a ritualized suicidio por seppuku ceremonial después de una demostración en el interés público. Pero el 25to aniversario su muerte, que baja el 25 de noviembre, será recordado reservado en Japón.

La explicación caritativa es que Mishima era un talento llamativo, olvidable y que su país te está dando su deuda. Una teoría más oscura para el silencio relativo es que muchos japoneses están demasiado avergonzados hacerte frente.

Hay muchos trabajos recomendados de Mishima, y es bien digno de explorar. Pero para su tratamiento de la homosexualidad, hay dos que no deben ser faltados:

Confesiones de una máscara, (1958) Colores prohibidos (1968), La Perla.

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