domingo, 19 de octubre de 2008

Oswaldo Reynoso. "Ya estoy cansado de que me engañen"

El autor de en octubre no hay milagros visita al cristo morado, habla de lima y de Huamanga, huamanga, la novela que está escribiendo.

Pedro Escribano.

En octubre sí hay milagros. El escritor Oswaldo Reynoso se acercó a la casa del Cristo Morado, la iglesia de las Nazarenas, en una rápida visita por el Centro de Lima. No es que el autor de El escarabajo y el hombre esté buscando volver al redil, pues, como muchos, es consciente de que es un irreversible descarriado por las villas del Señor.

Su visita, un par de vueltas por la realidad, como diría el recordado poeta Juan Ramírez Ruiz, dio pie para conversar sobre la Lima masiva, balbuceante, que él, con prosa viva, irreverente, otrora describió en sus libros En octubre no hay milagros y Los inocentes. Como afirma, entonces no bastaba presentar los escenarios limeños (bares, cantinas, peluquerías, prostíbulos, calles modestas, parques), tampoco el físico de sus personajes, sino mostrar su lenguaje, sobre todo en su dimensión de jergas. Y eso es lo que hizo y con ello se ganó, no la gloria, pero sí un merecido lugar en la narrativa peruana.

–Describiste a la Lima de los 50 y 60, ¿esta ciudad se ha convertido en un monstruo o ya era un monstruo?

–Comenzaba a ser monstruo. Precisamente En octubre no hay milagros hay un personaje que mira desde un edificio y desde allí puede ver cómo los alrededores de la Lima antigua van llenándose de barriadas.

–¿Era una ciudad desconocida en muchos sentidos?

–Los migrantes de esa época, no teníamos una idea cabal de lo que era Lima, puesto que era difícil de llegar a Lima desde las provincias. No había televisión y las fotografías eran en blanco y negro y siempre se veían edificios como los ministerios. Para nosotros era una ciudad muy lejana. Sí, de tal manera que cuando un provinciano llegaba a Lima se encontraba con una ciudad que nunca había imaginado. Los provincianos se quedaban extramuros de la ciudad.

–Cada vez es más diversa.

–Hace años un joven sociólogo hizo un trabajo. A los jóvenes de diferentes distritos de Lima les dio un papel y lápiz y les pidió que hicieran un plano de Lima.

–¿Cuál fue el resultado?

–Yo leí una versión que salió en los diarios. Para uno de Huaycán, de la Carretera Central, la ciudad de Lima terminaba en la Parada. Para el de la zona Norte, la ciudad terminaba en la plaza de Armas. Y los jóvenes de los barrios aristocráticos de Lima, solamente señalaban Miraflores y la Av. Benavides. Cada quien tenía su Lima. Eso te demuestra que esta ciudad es muy fragmentada.

–¿En Los inocentes fue atrevimiento usar la jerga?

–Yo no lo hice por atrevimiento, sino lo hice por la concepción que yo tenía de la narrativa, que los personajes no solamente fueran descritos por su físico, por su ropa, sino también que el personaje se presentara frente al lector por su forma de hablar. Esa era mi intención. Pero después me di cuenta de que en la narrativa anterior cuando tenían que emplear palabras groseras ponían la inicial con puntos suspensivos. Se escribiría "eres una p...", "te vas a la misma m…". Antes el escritor era muy pudoroso.

–Por Los inocentes fuiste fustigado...

–Sí, recuerdo mucho que en un programa de televisión me dijeron que en mi libro yo empleaba muchas groserías, palabras ordinarias. Yo le dije que no, que yo no encontraba palabras groseras. El que me entrevistaba se molestó, cómo es posible que usted niegue una cosa tan evidente, pues allí tenía mi libro y que por respeto al público decía que no iba a leer. Yo le dije que depende de la concepción que usted tenga de lo que es una palabra grosera. Y me pidió que diga cuál era mi concepción. Le dije, mire usted, la palabra justicia en boca de un juez que no hace justicia y que recibe coimas, es grosera. La palabra Dios en boca de un sacerdote que no lleva una vida correcta, esa palabra se convierte en grosería en sus labios. La palabra patria en boca de un militar traidor, es una tremenda grosería. Pero cuando a un muchacho de cualquier barrio pobre de Lima, alguien viene y le da un golpe y este voltea y le dice "qué te pasa concha tu madre", esa palabra es buena porque le sale desde el fondo de su alma. Es una palabra sincera. Me sacaron del aire.

–¿Lima ya no es una ciudad cucufata como era antes?

–Hay una anécdota muy bonita. Me invitaron aun colegio porque los alumnos habían leído mis libros. Estaban el director, el subdirector. Los alumnos me hicieron preguntas muy interesantes. Un alumno pide la palabra y me dice, "mire, profesor, con todo respeto, en unos de sus libros hay un joven que se masturba en una plaza pública, ¿para usted la masturbación es buena o mala?" .El director lo miró con furia, la directora no sabía qué hacer. Hubo un silencio total… Entonces le dije: cuando yo tenía la edad de ustedes, decían que a quien se masturbaba le crecían vellos en las palmas de las manos. Toditos comenzaron a verse la palma de las manos… (risas), también decían que se volvían locos y también se decía que quien se masturbaba se iba al infierno… ¿ustedes creen en el infierno? Se escuchó un rotundo ¡no! Eso me lleva a la conclusión de que esta juventud ya no es cucufata. Ah, les expliqué sobre la masturbación y el director se fue. Tuve que terminar la conferencia y salí solo, con los aplausos de los alumnos.

–¿Lima ya no es inocente?

–Eso te da una idea de que Lima ha cambiado, ya no hay cucufatería. Ahora, el Señor de los Milagros es una tradición, claro, hay quienes creen, pero ya es otra forma de creencia. Es un ritual, como las fiestas patronales de los pueblos. La procesión en realidad es una feria.

–La expresión "en octubre no hay milagros" se ha convertido en una frase recurrente por su sentido irónico.

–Yo he llegado a la conclusión de que, efectivamente, por ese fenómeno, ahora sí creo que en octubre sí hay milagros (risas).

NADA CON PARTIDOS

–¿Por qué nunca militaste en un partido?

–No. Tuve contactos, asistía a alguna reunión, pero no milité. Un escritor debe tener una ideología y la libertad para escribir.

–¿El APRA se merecía esta segunda oportunidad?

–A mí nunca me ha interesado la política oficial peruana. Para mí que gobierne Fulano o Zutano es lo mismo porque no cambian los grupos de poder. Entonces yo no me dejo ilusionar por los políticos.

–Como ciudadano se supone que tienes una opinión.

–No me interesa, porque en el fondo van a ser lo mismo. Ya estoy cansado de que me engañen, por eso ya hace años tomé la determinación de no votar, porque no me gusta que cada cinco años me metan el dedo a la boca.

"No soy eterno, ya no hay"

–¿Qué estás escribiendo ahora?

–Una novela en tres tiempos. Comienzos de la década del 60, ubicada en Huamanga. El otro momento temporal es la década del 90 y el tercer tiempo es el momento en que escribo. Esos tres tiempos se van entrecruzando, pero yo no soy un escritor de planificación de novelas sino de pulsaciones internas... Actualmente he escrito 300 páginas de esta novela que se titula provisionalmente Huamanga, Huamanga.

–¿Cuál es el argumento?

–Ahora ya me he salido de todo. Escribo fragmentos y fragmentos de no sé qué será, ya no hay novela.

–¿Has fragmentado la novela?

–No, no. Al comienzo, me impresionó la frase de André Gide en el último libro en el que dice que va a cumplir 80 años, que ya no tiene la suficiente fuerza para escribir una novela y que lo único que le queda es escribir lo que salga.

–¿Temes el agotamiento?

–No es que tema, sino simplemente ya no hay, pues. No soy eterno. Entonces me impresionaron esas frases de Gide y comencé a escribir los recuerdos de Huamanga. Pero me tranqué, no pude seguir. Y recordé a Proust. Proust dice que el tiempo todo lo destruye, el tiempo lo borra todo y lo único que hay que poner frente a esta destrucción del tiempo es el recuerdo, la memoria. En ese momento la novela toma otro giro, en estructura y en todo, tiene mucho de videoclip y de diario.

Fuente: Diario La Republica

miércoles, 15 de octubre de 2008

Premio Planeta 2008

Fernando Savater gana el Premio Planeta 2008 con la obra La hermandad de la buena suerte.


Después de vivir la intriga de la entrega del premio Nobel de literatura al escritor francés Jean-Marie Gustave Le Clézio (uno de los premios merecidos y no cuestionables), vino la entrega de uno de los galardones literarios más reconocidos en el mundo hispano hablante, después del Cervantes y el Asturias; me refiero al Premio Planeta de Novela. Un premio de menor crítica y cuestionabilidad, pero de igual significancia en el mundo literario.

El premio Planeta de novela, es uno de los premios representativos y mejor dotado del mundo con 601.000 € para el ganador y 125.000 € para el finalista.

El concurso se falla el 15 de octubre, haciendo gala a la festividad de Santa Teresa (nombre de la esposa del fundador, José Manuel Lara Hernández). Durante los últimos años de su entrega, se ha discutido su credibilidad desde muchos ángulos. La crítica especializada refiere que no es un premio del cual un escritor debería de enorgullecerse, pues muchos de los galardonados han sido puesto en tela de juicio por su inclinación política y no por su capacidad creativa. Muy aparte de todo esto, la cuestionabilidad del premio llegó al extremo cuando escritores de la talla de Miguel Delibes y Ernesto Sábato, decidieron renunciar, denunciando ambos que les habían ofrecido ganar la edición de 1994. Si esto llega a ser cierto, no cabe la duda de que el premio, al igual que otros, sea solo un premio preferencial; dejando a la posta a otros ciertos postulantes ansiosos de adquirir un galardón que le sirva para dar un saltito más allá de lo pensado en el ámbito literario. Si bien en algunas ediciones pasadas, los ganadores merecieron dicho galardón, otros fueron solo beneficiados económica y publicitariamente.

En esta última edición del premio planeta 2008, le fue concedido el premio al filósofo y escritor vasco Fernando Savater, quien en 1993 fue finalista con la novela “El jardín de las dudas”. En dicha ocasión, el escritor peruano, Mario Vargas Llosa se alzó con el premio con su novela “Lituma de los andes”.

El jurado conformado por: Alberto Blecua, Alfredo Bryce Echenique, Pere Gimferrer, Álvaro Pombo, Carmen Posadas, Rosa Regàs y Carlos Pujol. Muchos de ellos ganadores en ediciones pasadas, escogieron al ganador y finalista, de entre unos 528 manuscritos, lo cual demanda que el premio a pesar de tener altibajos, sea uno de los galardones más anhelados por el mundillo literario en habla Hispana. El fallo del jurado fue convincente al manifestar que Savater tiene un compromiso vital con la literatura de aventuras.

El escritor donostiarra Fernando Savater, obtuvo el premio con la novela “La hermandad de la buena suerte”. Novela que relata una de sus aficiones confesadas por el autor, las carreras de caballos. Así, la trama arranca con la desaparición de un yóquey famoso. Un multimillonario decide entonces contratar a unos mercenarios para localizarlo. El resultado es una obra detectivesca con numerosas citas filosóficas propias del autor. Ahora bien, al parecer éste premio es muy merecido, no solo por ser Savater un filosofo muy reconocido en el mundo, si no que a la par, sus novelas guardan ciertas reflexiones filosóficas, las cuales hacen que su narrativa no sea aburrida, si no reflexiva y llena de intrigas que producen ciertos cosquilleos al momento de ser leídas.

sábado, 11 de octubre de 2008

Academia Sueca preocupada de posible filtración Nobel Literatura

ESTOCOLMO (Reuters) - La Academia Sueca está preocupada de que su decisión de entregar a Jean-Marie Gustave Le Clézio el Premio Nobel de Literatura pueda haberse filtrado antes del anuncio, según fue citado el viernes un prominente miembro de la entidad.

El secretario permanente de la academia, Horace Engdahl, declaró al diario sueco Dagens Nyheter que tiene intenciones de investigar el asunto, pero que no estaba claro que la información hubiera salido a la luz prematuramente o cómo sucedió.

Un alto funcionario de la academia dijo a Reuters que Engdahl no haría más comentarios sobre el tema más allá de los que ya ofreció a los medios suecos.

El jueves, la academia anunció que el autor francés Le Clézio había ganado el prestigioso galardón.

Las posibilidades de que Le Clézio ganara, que en buena parte están determinadas por el número de apuestas, cayeron severamente en los días previos al anuncio, elevando las sospechas de una filtración de información.

"Esto no luce bien", dijo Engdahl al diario. "Es la primera vez que siento que algo pudo haber pasado, pero también hubo una ola de especulación que comenzó en París. Cuando estuve allá el fin de semana pasado tuve la sensación de que algunos creían fuertemente en Le Clézio", agregó.
El jefe de la agencia de apuestas británicas Ladbrokes' Nordic, Lasse Dilschmann, afirmó a Reuters que las posibilidades a favor de Le Clézio cayeron de 15 a 1 a fines de septiembre.

"(Las posibilidades) Estaban muy por debajo de 2 cuando cerramos la apuesta", dijo. "Es muy inusual para nosotros cerrar una apuesta. Hasta donde sabemos ha ocurrido sólo una vez antes en Suecia", agregó.

Engdahl destacó que la lista de la academia para la entrega del premio se había filtrado sólo una vez en el pasado, cuando el portugués José Saramago recibió el Nobel en 1998.

Tomás Segovia, Premio García Lorca de poesía 2008

El poeta valenciano Tomás Segovia obtuvo ayer el Premio de Poesía Federico García Lorca Ciudad de Granada, dotado con 50.000 euros, según ha anunciado el galardonado la pasada edición, Francisco Brines, quien le ha definido como un "poeta de las dos orillas" al compartir las nacionalidades española y mexicana.


Tomás Segovia es el ganador del Premio Lorca de Poesía 2008. Así lo ha anunciado esta mañana el alcalde de Granada, José Torres Hurtado, que hizo público el fallo del jurado, reunido desde primera hora en el Palacio de Quintalegre en la capital granadina.

Con gran puntualidad, a las once y media de la mañana, Torres Hurtado anunciaba el nombre del ganador del premio de poesía de mayor cuantía (dotado con 50.000 euros). El alcalde ha asegurado que ya ha tenido oportunidad de hablar tanto con el galardonado como con su esposa y que "se ha mostrado muy orgulloso". Segovia, valenciano de nacimiento, aunque fuertemente vinculado a México, donde emigró, ya había recibido en hispanoamérica el premio Octavio Paz, por lo que éste es el primer premio de poesía que recibe en España.

El nuevo ganador había sido propuesto por la Casa de América, representada en el jurado del galardón por Julia Escobar. El ganador del premio el años pasado, Francisco Brines, presente en el acto en el que se ha anunciado el nuevo galardonado, ha situado a Segovia como " un discípulo de Cernuda", le ha calificado como un "poeta español de las dos orillas, ya que personaliza a esa generación de poetas que llegó a México por la Guerra Civil, se formó allí y volvió a España para devolver toda esa riqueza a nuestro acerbo cultural". Además, calificó su poesía erótica como "mangnífica".