sábado, 19 de enero de 2008

CONVOCATORIA 2008


El Comité Editorial de la revista de creación El Jinete de la Tortuga invita a los escritores hispanohablantes a participar de la convocatoria para recepción de trabajos de su cuarta entrega:

Se recibirán cuentos, relatos y poemas. Los textos deberán ser inéditos y originales, y estar digitados en formato word (tamaño A4), con un interlineado de espacio y medio, en fuente Arial de 11 puntos.

En narrativa, su extensión no debe ser menor a los 11 000 caracteres (4 páginas.), ni mayor a los 21 000 (7 páginas). En poesía, no menor de 60 versos, ni mayor de100.Los textos podrán ser enviados hasta el 30 de abril al e-mail: eljinetedelatortuga@gmail.com, y deben incluir el nombre completo del autor, su año de nacimiento, nacionalidad, e-mail de contacto, y hoja de vida.

Los resultados serán publicados el 17 de mayo en el blog: http://www.eljinetedelatortuga.blogspot.com/

Lima, 15 de enero de 2008

lunes, 14 de enero de 2008

Familia confirma muerte de poeta Juan Ramirez Ruiz


A través de una llamada telefónica, José Ramirez Ruiz, acaba de confirmarle a los poetas Tulio Mora y Jorge Pimentel, el deceso del poeta y fundador del movimiento Hora Zero, Juan Ramirez Ruiz.

El poeta Juan Ramirez Ruiz -autor de "Un par de vueltas por la realidad" (1971), "Vida perpetua" (1977) y "Las armas molidas" (1996)-, se encontraba desaparecido desde hace casi ocho meses y su familia recién pudo enterarse -hace horas- que éste sufrió un accidente de tránsito en julio pasado en Trujillo. Y fue enterrado en una tumba como NN porque no portaba documentos.

Durante meses, la familia con ayuda de la Policía Nacional buscó en diversos sitios al poeta, pero sin éxito. Un peritaje dactiloscópico realizado por el Mayor PNP Oscar Zavala determinó que un cuerpo que figuraba como NN respondía a las características del poeta. Al exhumarse el cadáver, se determinó que eran los restos de Juan Ramirez Ruiz.

El poeta murió instantáneamente atropellado por un omnibús de la empresa América Express, en el distrito de Virú (Trujillo), en horas de la noche. Tras ocurrir el fatal accidente, la empresa cubrió con el sepelio y enterró el cadáver en una tumba NN en "Los Jardines dela Paz" de esa ciudad. Esta acción evitó que el cuerpo fuese derivado a una fosa común y se perdiesen los restos del poeta para siempre.

La búsqueda del poeta movilizó un gran número de amigos del poeta, quienes difundieron su búsqueda en diarios y blogs, pero sin éxito. En la última etapa del proceso de búsqueda contribuyó mucho la Policía Nacional de Trujillo y Chiclayo y el ex congresista Rafael Aita, amigo personal de Juan Ramirez Ruiz.

Los amigos y poetas del Movimiento Hora Zero expresaron su pesar a la familia de Juan Ramirez Ruiz y le anunció de que realizarán un próximo homenaje público, a quien es considerado uno de los grandes poetas peruanos contemporáneos y piedra angular del movimiento horazeriano que revolucionó la poesía peruana y latinoamericana a inicios de los años 70. La familia y amigos de Juan Ramirez Ruiz, consideran que la mejor manera de recordar al poeta es difundiendo y recordando su obra.

En estos momentos, se realizan las gestiones para trasladar el cuerpo del poeta a su natal Chiclayo y proceder a su sepultura definitiva.

viernes, 11 de enero de 2008

INGRESADO POR DESHIDRATACIÓN



El poeta Mario Benedetti evoluciona favorablemente
Todavía continúa internado en un sanatorio de Montevideo


El calor que azota en los comienzos del verano austral a toda Suramérica ha tocado esta a una víctima ilustre en el Río de la Plata, el poeta y escritor Mario Benedetti, que fue hospitalizado el jueves de la semana pasada por un cuadro de gastroenteritis y deshidratación.
De acuerdo con los partes médicos publicados por los periódicos uruguayos, el escritor y poeta evoluciona favorablemente. Según el doctor Jorge Malo, adjunto a la dirección del sanatorio Impala, donde Benedetti se halla internado.
Los médicos ha resuelto mantenerlo unos días más en tratamiento, hasta que se reponga totalmente. Su secretario personal Ariel Silva, dijo a los periodistas que el poeta "ya está bien, ha pedido los lentes y el diario”, indicó sonriente.
Mario Bendetti nació en un pueblo llamado Paso de los Toros, en el departamento de Tacuarembó. Sus libros de poesía han sido traducidos a más de quince idiomas y su producción, que abarca también el ensayo y la narrativa, es de más de 80 libros.
Inventario I y II reúnen sus poemas, su ensayo más ambicioso es Letras del continente mestizo, aparecido en los años 70, en el que analiza someramente la obra de los escritores latinoamericanos más representativos de aquella época, como Ernesto Sábato, Augusto Roa Bastos, Pablo Armando Fernández y Julio Cortázar, entre otros.
Su novela La tregua, ambientada en la Argentina de los años 70 antes de la llegada de la dictadura militar, fue llevada al cine y la película, dirigida por Sergio Renán y protagonizada por Luis Brandoni, Héctor Alterio, Luisina Brando y Jorge Mayorano, fue nominada al Oscar.
La poesía de Mario Benedetti se caracteriza por un lenguaje coloquial que eleva lo cotidiano a la altura de las más profundas emociones, sin efectos rebuscados, pero con una belleza de altísimo contenido lírico y una musicalidad que atrapa por su transparencia.
Su militancia y su identificación con los movimientos latinoamericanos de izquierda lo mantuvieron en el exilio durante más de una década. Entre sus obras se destacan, además de La tregua, Gracias por el fuego, El cumpleaños de Juan Ángel, Cuaderno cubano, Vientos del exilio, Poemas de la oficina, Adioses y bienvenidas, El olvido está lleno de memoria, El escritor latinoamericano y la revolución posible y Perplejidades de fin de siglo.
Algunos de sus poemas, como Táctica y estrategia, se han convertido en clásicos y otros, como El sur también existe, fueron musicalizados por Joan Manuel Serrat y por el cantante uruguayo Daniel Viglietti.
Aunque la evolución del anciano poeta es favorable, ni los médicos ni sus familiares han hablado de la fecha en que podría abandonar el centro asistencial donde se halla internado.

viernes, 4 de enero de 2008

regreso del viejo saurio

Conversaciones con el viejo saurio; entre la cafeína y el tabaco


Por: Axthedmio Mau Guil.

La tibia mañana y el abrumador olor a cafeína nos esperan, el viejo saurio pregunta por el café Express, medita un poco y enciende un Hamilton, mientras sentado va destilando sus humorísticos olores, contando parte de su vida y su iniciación como escritor.

Miguel Gutiérrez afirma que; Gabriel García Márquez solía decir que el escribía para que lo amen sus amigos; Bryce, también dice lo mismo, escribo para que me quieran mis amigos; por desgracia y por los resultados, yo escribo para que me odien…

Asimismo Miguel Gutiérrez recuerda cuando publicó su primer libro, el viejo saurio se retira (1969), la crítica de aquel entonces fue muy severa, incluso consideraban que era un libro indecente e inmoral que no hacia bien a la juventud, ya que trataba la vida de adolescentes en un colegio de curas y su férrea formación religiosa que tendría como escenario referencial una ciudad con una aguda pobreza y depravación social, incluso una crítica de esos años, la más importante de entonces a nivel periodístico, dijo que ésta novela merecía el tacho de la basura…

Considerado como una especie de víbora, que hablaba mal de su propia tierra, estaban a punto de considerarlo persona no grata en Piura, lugar donde nació el escritor…

Pasaron 30 años y la nueva generación de lectores leyeron e interpretaron de otro modo su novela, nuevos aires, nuevas perspectivas para su enhiesta carrera de escritor…

Otro libro, el que suscito odio en las personas es su ensayo, La Generación del 50: un mundo dividido (1988), que fuera publicado en 1986, que reúne la inquietud del escritor por el proceso de nuestra literatura en la denominada generación 50 en compulsación con la violencia interna y desestabilidad político-social de esos años, cuando apareció este libro, hubo un silencio total… ni una nota periodística…era un libro muy crítico, sólo los intelectuales del 50…

Nada parece perturbarnos MG se detiene en el silencio imperecedero y sutilmente toma su café Express, mientras cautelosa y detalladamente habla de sus encuentros con: Arguedas, Ciro Alegría y Juan Rulfo, entre el indecente humo del segundo cigarrillo que es encendido por su esposa y que agradablemente se filtra en nuestras narices…

Acaba la primera ronda de cafés americanos y Express, fraternalmente el viejo saurio (MG) nos mira fijamente, me mira fijamente y pregunta que genero literario es vuestro preferido, nuestra voz se nubla y fragmentariamente suelo decir -lírica- sonríe un poco el viejo saurio y piensa… le retorna la idea” Pacto con el diablo” y nos dice que en éste su libro, recoge muchos artículos y ensayos suyos acerca de los poetas del 50, 60,70 y 80…

Y hablando de poesía, suelen filtrarse en nuestra conversación nombres de poetas como: Eguren, Vallejo, Moro, Westphalem,Oquendo de Amat, Eielson, Sologuren, Rose,Varela,P.Guevara...R.Hinostroza,Heraud,J.Pimentel,A.S.León,Ollé,M.E.Cornejo,E.Verástegui…

Respira nostálgico el viejo saurio y afirma que a pesar de la descomunal cita de autores en nuestra poesía peruana, sin lugar a duda; los más significativos y de mayor trascendencia que él pudiera citar son los nombres de César vallejo y Jorge Eduardo Eielson.

Vallejo como iniciador de una tradición poética nueva y original en nuestro país y reconocida en el exterior (Trilce), continuada por otro genio de la construcción poética como Eielson, con sus matices en la música y la pintura (Habitación en roma)…coincidimos con el viejo saurio en esta distinción premonitoria…
Se reinventa nuevamente el coloquio, después de encender otro cigarrillo, entonces explosionan en los labios del viejo saurio nombres como el de Borges, Baudelaire, Bataille, Faulkner, Kafka, Joyce, Proust, Mallarmè, Verlaine, Rimbaud…

Considerando a estos escritores de gran calidad literaria y filosófica en algunos casos, e incluso recomienda el viejo saurio a leer a Truman Capote en narrativa.

Pero en narrativa del S.XX, el autor de Hombres de camino, la violencia del tiempo… hace una distinción telúrica, confirma sustancialmente una triada (Joyce, Kafka, Proust) considerándolos como los renovadores de la narrativa moderna.

Recuerda Miguel Gutiérrez ser asiduo lector de F. Kafka; el autor de la metamorfosis de Gregorio Samsa, esa trasgresión involuntaria de la marginación mas extraña y contradictoria entre la realidad y el sueño, esa soledad distorsionada autodestructivamente, que se ven también en el Proceso-afirma Gutiérrez-.

Nos asaltan nuevas ideas de la narrativa de la guerra ¿acaso también a nivel musical se dio este fenómeno?, ¿acaso también la música, es decir subterránea surge en este lapso coetáneo?. El autor de La destrucción del reino (1992) y de Un mundo sin Xochitl (2001), nos afirma no ser especialista en música subterránea, pero efectivamente, en sus ensayos de este mismo tema de la narrativa de la guerra, toca lacónicamente el tema del movimiento musical subterráneo, ya surgentes en este contexto, afirma que Leusemia y Narcosis; en efecto, fueron los que singularmente resumen esa protesta contestataria y rebelde de los años 80.

-como olvidar-afirma MG-las romanzas, las cursiles del señor Daniel F, que sin lugar a duda empieza incorporar música y poesía a este fenómeno social, ya que en esos años eran algo así como poetas populares, que sabían mucho de música e incluso, esto claro, en los sectores escondidos y marginales, sin duda un gran músico y compositor…

Hablando de los sonidos(música);MG también nos afirma su fascinación por los acordes de guitarra, se muestra maravillado por los arpegios, por su inventiva de deleitar, por esa combinación singular, que recuerdan en sus mejores años a Ximi Hendrix y Santana…

Finalmente, un tema un tanto pesado para los escritores, aunque significativos para muchos de ellos, el papel de la crítica en nuestro país. ¿La critica literaria afecta de algún modo inconcientemente al creador?... MG suele decir que hay pocos críticos serios y que por el contrario tenemos a falsos críticos frustrados existencialmente, pero a pesar de ello, sí hay un tipo de críticos extraordinarios, críticos creadores como Luís Cernuda en España; buen crítico y buen poeta u otro caso resaltante en nuestro país, lo es MVLL que cumple sin lugar a duda esta distinción, hablando de grandes figuras…

El viejo serio recuerda las críticas a su libro”Un mundo sin Xochitl” (2001); críticas como las de Melvin Ledgar, Kathya Araujo…Sin embargo, una crítica sustancialmente breve, pero que mejor a logrado simplificar temáticamente y estructuralmente su novela, es la de la poeta Ana María Gazzolo, según el mismo autor…

El viejo saurio parece fascinado inconcientemente por la idea de no ser entrevistado mecánicamente (pregunta-respuesta).

Lo motiva animosamente la idea del diálogo creativo, de este modo el escritor termina siendo el entrevistador y así parece culminar nuestra extensa sesión en un Café, en un Martes tibio en Huaraz y así también parece culminar su ultima taza de café Express y su último Hamilton del día (el de la mañana), cuando este coloquio va llegando a su fin…

El viejo saurio, busca su bastón, lo ayuda su esposa a levantarse de la mesa y suele despedirse con un “… ojala me visiten algún día, quizás yo ya no vuelva…”

El abraza a su esposa, una imagen desolada suele evaporarse entre mis pupilas, como en aquel final de El amor en los tiempos del cólera; donde es la vida, más que la muerte, la que no tiene límites…

jueves, 3 de enero de 2008

QUERRÁN MATARLO Y NO PODRÁN MATARLO

Por: Javier Garvich


En otros países, los escritores tienen algún tipo de institución que los organiza, informa e incluso los protege. Aunque alguno de vosotros no lo crea, en otras sociedades se valora bastante a los escritores, se les sigue escuchando con atención y, sobretodo, se les lee. Las municipalidades más pequeñas hacen sus concursos literarios, miman a sus escritores oriundos. En los colegio se les reclama insistentemente. Cualquier librero se enorgullece de conocerlos.


Aquí el escritor virtualmente no sirve para nada. No recibe ayuda ni estímulo de ningún tipo. El Estado peruano tiene el dudoso honor de ser el único en Sudamérica que no otorga ningún premio literario nacional. Además, el escritor es víctima de editoriales que lo enredan en contratos leoninos, escatimándoles sus derechos, imprimiendo sin su permiso y pirateándolo a su gusto.


“¡Querrán matarlo y no podrán matarlo!” ¿Cuántas veces esos hermosos versos del Canto Coral a Tupac Amaru han resonado en eventos públicos, libros de texto, protocolos estatales, citas de discursos, nombres de promociones, titulares, pie de monumentos nacionales? ¿Y cuánto ha recibido a cambio Don Alejandro Romualdo, además de un rutinario reconocimiento? ¿No se ha ganado con méritos de sobra una pensión estatal digna? ¿No se ha ensuciado el Estado lo suficiente demorando inexplicablemente la solicitud de uno de nuestros más grandes poetas de la historia peruana?


Cuántos poetas y novelistas, dramaturgos y ensayistas han terminado en los pozos de la indiferencia y el olvido, malviviendo una vejez como una carga para sus familiares, incapacitado de moverse para reunirse a su gusto con otros colegas, aguantando enfermedades con dos huevos porque su escuálido presupuesto no aceptaría ningún tratamiento. Olvidados por quienes años ha se lucían en público proclamando sus versos, fumando sus últimos días en una soledad inaudita para un país que necesita maestros y consejos. Cuántas veces hemos oído hablar de aquel artista que murió en la indigencia. Cuántas veces hemos hecho colecta para ayudar a aquel poeta a pagar el hospital o los medicamentos. ¿Sucederá lo mismo con Romualdo?


Cualquiera diría que quisieran reventar al Poeta de la misma manera que él narró el último suplicio de Túpac Amaru. Pareciera que el Estado, los poderes fácticos de este país y la mortal indiferencia de ciudadanos e incluso artistas desean que don Alejandro se muera ya, que deje de quejarse, que desaparezca de la tierra y no joda.


De los escritores del Perú, siquiera, depende algún tipo de iniciativa que le restituya a Don Alejandro la dignidad y el sitio en nuestro país que pareciera haber perdido para siempre. Sí, querrán matarlo. Hagamos lo posible para que no lo logren.


Nota final: El autor de este blog respalda la petición que muchos artistas e intelectuales han firmado exigiendo una pensión digna para Alejandro Romualdo. Pido a quienes lean estas lineas que hagan lo mismo. Gracias.

miércoles, 2 de enero de 2008

un dialogo sobre arte y horror con imre kertesz


“Es increíble la capacidad de hundirse del ser humano”


El escritor húngaro, ganador de un Nobel, explica cómo influyó su experiencia como sobreviviente del Holocausto en su obra y por qué fue liberador narrar su dolor. “La escritura me convirtió en otro”, asume.

Por Juan Cruz *


Imre Kertész se dispone a hablar del pasado como si fuera una herida, pero también como si fuera el sustento de una obra de arte. Berlín –escribió una vez– “era la ciudad de Europa más expuesta al peligro”, y era también la ciudad cuyo nombre evocaba ciertos azules de su infancia. Ese Berlín mítico fue luego, sobre todo, el lugar del que salía la rampa hacia los campos de concentración que rompieron su vida apenas ésta empezó. Ahí vive, en medio de la memoria de su drama. Tiene dolor de espalda, está resfriado pero se siente feliz de hablar y, cuando empieza a hacerlo, aquel hombre humilde de ojos asombrados y cálidos alcanza su verdadero poderío: se convierte en Imre Kertész, el escritor húngaro que contó su experiencia en los campos de concentración y le puso un nudo en la garganta a los lectores de su límpida, terrible historia.
Su novela Sin destino es un clásico entre los testimonios de lo que sufrieron las víctimas de los campos, y se ha convertido en símbolo (ahora también en cine) de aquel horror, que él sufrió cuando era aún un adolescente tanto en Buchenwald como en Auschwitz; el resto de su obra, incluidas sus reflexiones y sus diarios, giran en torno de esa enloquecedora experiencia. Convertida en literatura, su memoria le valió en 2002 el Premio Nobel. Ahora vive entre Berlín y Budapest; llega con su sombrero negro (“el de hace años”, dice) y come como un pajarito; sus ojos vivarachos y bonachones caen sobre las preguntas como dos luces que él agita a veces con rabia. Habla en húngaro, ese idioma que a veces parece nórdico. Imre Kertész habla con pasión y con desesperanza. En cualquier momento, dice, la humanidad se puede caer.


–Usted escribe en Kadish por un hijo muerto: “El siglo, ese pelotón de fusilamiento en servicio permanente, se prepara otra vez para disparar...”. Un siglo terrible, usted lo padeció. ¿Cómo lo ve hoy?


–Creo que aún hay cosas que están por develarse del siglo XX. Pero ocurrieron hechos sin precedentes en ese siglo, que son los regímenes totalitarios que existieron, el nazismo y el comunismo. Eso es algo que no podemos olvidar.


–¿Y las amenazas del siglo, las que usted padeció, han sido resueltas?


–No creo que sea posible superarlas, porque todo lo que pasó en el siglo XX ocurrió y sigue existiendo, está con nosotros, es nuestra memoria. Auschwitz, el Gulag... viven aún en los genes de la humanidad. Y las generaciones futuras seguirán llevando estos genes.

–¿Y cómo se manifiestan esos genes? En la ex Unión Soviética, por ejemplo, ¿cree usted que a pesar de que ya no haya un régimen comunista aún queda algo de ese sistema en los genes de la gente?


–No creo que esto sea algo relacionado con la política, es más bien una herencia que acarrea la humanidad. En cuanto a Rusia, no le puedo decir nada al respecto, ya que no me siento cerca de ese país, lo conozco poco. La situación de Rusia no ha cambiado en siglos. Desconocen la democracia. Ni siquiera la contemplan como forma de convivencia. Introdujeron otro sistema, que es el bolchevique. A través del bolcheviquismo quisieron abrirse a Occidente, y esto es lo que les llevó a idear el Gulag, los campos de exterminio en Rusia. Ocurrió de forma independiente a la política. Era una forma de vida y se transmitía a través de la gente. No creo que se haya superado ni se haya acabado. Y si no llega Rusia pronto a la democracia, eso conllevará serias consecuencias.


–¿Y dónde está el gen del otro sistema totalitario, el nazismo, el fascismo? ¿Aún pervive en la humanidad? La experiencia de la guerra y la devastación de aquellos años, ¿acaso no fueron suficientes para que dejara de existir para siempre?


–Se ha desarrollado un patrón, y ese patrón existe en las mentes de la gente. Puede ocurrir de nuevo porque ya existe un modelo, un patrón. Antes de la última guerra, si a alguien se le hubiese ocurrido decir: vamos a construir un campamento de exterminio de judíos, la gente habría pensado de esa persona que era un enfermo mental. Antes de la guerra, esas cosas no habrían sido posibles. Pero hoy sí, hoy puede ocurrir, porque existe un precedente. Tanto el Holocausto como el nazismo ocurrieron en una cultura cristiana cuyos valores colapsaron. El que los valores se hubieran colapsado, como bien predijo Nietzsche hace tiempo, ¿es algo que ya viene predeterminado por la humanidad? ¿O tiene que ver con la incompatibilidad de los alemanes y los judíos?


–En Jerusalén, usted dijo hace cinco años que se sentía transido de felicidad, entre los judíos, pero se preguntaba por el porvenir, inquieto. Ahora hay conversaciones entre Bush, los palestinos y los israelíes para pacificar la zona. ¿Alberga usted alguna esperanza o aún hay que esperar quince años más?


–Para ser honesto, no estoy puesto al día en la política actual. No puedo comentar nada sobre lo que dicen dirigentes como Bush. Pero a largo plazo somos todos humanos y, por tanto, tenemos ideales humanos, y son estos ideales los que algún día harán posible la armonía. En Jerusalén creo no haber conocido a ningún judío intelectual que se opusiera a que exista un Estado libre palestino. Lo que ocurre es que la mayoría de las personas son manipuladas a través de la política.


–Usted dijo: “La ley de nuestro mundo es el error, el malentendido, el no reconocimiento del otro”. Se puede aplicar a lo que sucede entre esos vecinos. ¿De qué estamos hechos, que no somos capaces de evitar el odio?


–Es una cuestión de humanidad y encuentro muy difícil buscar la conexión política. La naturaleza humana es así. En cuanto al desarrollo de Israel, el poder y la forma de pensar se está trasladando a una generación más joven. Y eso significa que habrá menos resentimientos, menos conexión con el Holocausto. Es una generación distinta.


–No se acabó el mal con el Holocausto. Ahí tiene usted lo que sucedió en Nueva York, en Madrid, en Londres... ¿Tiene usted respuesta a este permanente resurgimiento del mal?


–Mucho depende de nosotros. Ya hablé de la caída de los valores durante el régimen nazi. Hemos de crear, construir nuevos valores, un nuevo sistema. Es fundamental para lograr defender Europa y los valores europeos. Europa es muy pequeña, comparada con otras partes del mundo. Grecia era también un pequeño país cuando luchó contra Persia, pero peleó y defendió sus valores. Cuando hablamos sobre la defensa de nuestros valores debemos considerar que el valor de la libertad de pensamiento que gozamos en Europa es el valor más importante. Si valores como éstos no se protegen, será el fin de Europa. Y eso no lo queremos.


–Usted dijo que la historia del sobreviviente, y usted es un sobreviviente, no es trágica, sino cómica.


–Son juicios de las novelas, y en las novelas todo es diferente; ahí te permites hacer juicios radicales. Una novela es arte y el arte siempre necesita de la distorsión, de la exageración.


–Su frase es terminante: “El sobreviviente no es trágico, sino cómico, porque carece de destino. Por otra parte, vive con una conciencia trágica del destino”.


–Es una frase que dice un personaje en una novela mía. Es una frase muy específica. La pregunta es: ¿cómo podemos lidiar con estos temas? Por ejemplo, Samuel Beckett describió a sus personajes de manera muy distinta a como pensaba él sobre la humanidad. Están los personajes por un lado y el escritor por el otro. Y yo no soy necesariamente mis personajes.


–Usted dice que ha hecho de su vida una obra de arte. ¿Cuándo es posible convertir una memoria como la suya en arte?


–Todas mis novelas tienen puntos de vista distintos sobre lo que pasó. Y es un tema recurrente. Nunca me lo planteo a priori. Es algo que sucede al escribir, está ahí, va viniendo. Escribo un párrafo y lo leo y me doy cuenta de que está mal, que lo tengo que reescribir. Tengo que aprender de mis errores. Y éste es el procedimiento que utilizo. El mundo ha cambiado, fíjese la cantidad de idiomas en los que nos vamos entendiendo, cuántas obras de arte no se hacen del horror que sucedió y que sucede. Cada persona entiende cosas diferentes. Ahí entra el artista, a hacer lo que le da la gana, a convertir en obra de arte incluso el dolor.


–Dice su colega Jorge Semprún, que sufrió como usted el horror de los campos de concentración, que jamás olvida, ni un minuto, lo que le sucedió en Buchenwald. Pero dice que aún no se atreve a hablar de algunas de las cosas que vio o padeció. ¿Hay cosas de su pasado como víctima de los nazis a las que aún no se atreve usted a enfrentarse?


–Debe de haber algo, seguro, pero ahora mismo no soy consciente. Si he vivido alguna experiencia humillante y escribo sobre ella, no estoy muy seguro de que en la escritura quede reflejada verdaderamente esa humillación, o al menos al nivel del sufrimiento que viví. Pero estoy de acuerdo con Semprún, hay cosas que seguramente uno no se atreve a decir. Todavía. Por cierto, conocer a Semprún fue un placer. En la literatura del Holocausto, él es una figura muy importante.


–Usted ha dicho que el Holocausto dejó la literatura en suspenso. “De hecho, qué escritor de hoy día no es un escritor del Holocausto... Tras Auschwitz nos hemos quedado solos.” ¿Qué huella deja en el alma semejante experiencia?


–Indudablemente, ha dejado una huella profunda en el alma, y no hay día que pasa sin que piense en ello. Quizá suena a cínico, pero ése es el tema central de mi trabajo, de mi arte. Por eso tengo que pensar en ello. Mis novelas son las formas que encontré para tratar con esta experiencia. Este hecho, el de haber encontrado una manera de enfrentarme a ello, es decisivo en mi vida.


–La pregunta tradicional es: “¿Es posible escribir después de Auschwitz?” A lo mejor tendría que ser: “¿Es posible vivir después de Auschwitz?”


–Pero yo no diría que es posible, es un deber vivir después de Auschwitz, con todo lo que fue Auschwitz, con lo que representa aún, con lo que representará.


–¿Ha sido difícil?


–La escritura lo hizo posible; la escritura lo convierte a uno en otro.


–Sin destino es lo más liberador que ha escrito.


–Esa novela sólo fue el comienzo, porque, como sabe, todos mis libros son parte de una gran novela, es decir, de una sola novela extensa, alargada. Esta fue muy importante porque me permitió una manera muy distinta de ver las cosas. Me di cuenta, por ejemplo, de que el lujo no tiene importancia, de que lo importante es poder pensar.


–Tiene usted una frase sobre “el azul de la infancia” que recuerda un verso de Antonio Machado, el poeta español. En esa infancia, ¿cómo era Imre Kertész?


–Mi niñez era miserable. Pero así es la niñez en general, miserable porque se depende de los demás. Afortunadamente, los niños no son conscientes de ello.


–Y ahora que ya es consciente, ¿sigue pensando que la niñez es miserable?


–Sí, sigo pensando lo mismo. Un niño no tiene idea de lo complejo que es el mundo. Y los adultos no saben cómo piensan los niños ni lo que necesitan entender. Los niños sólo obedecen a lo que les dicen los adultos, no son nadie...


–Usted ha sobrevivido, y dice que ha sobrevivido a un siglo “terrible”.


–Sí, un siglo terrible.


–Pero añadió a ese adjetivo esta salutación optimista: “Y sigo vivo”. Y aún más: “Y si ahora me preguntan qué me mantiene con vida, responderé sin vacilar: el amor”.


–Sí, el amor es lo más importante para un artista. De hecho, es la última frase de la Divina Comedia. Aunque los temas de que hablo no traten siempre del amor, todo está basado en ello. La palabra amor ha sido usada tantas veces, y tan mal usada, que debemos crear una situación real que la merezca. El resto es la literatura.


–Ganó el Nobel de Literatura y se produjo un pequeño terremoto en su vida personal.


–Sí, el Premio Nobel fue una suerte de catástrofe.


–Entonces confesó que no sabría si iba a encontrar alguna vez “el equilibrio entre mi vida, el trabajo y el premio”.


–Pero ya hallé el equilibrio. ¡Y me acostumbré al dinero, que al fin y al cabo tampoco es tanto! Con ese dinero se compra un piso pequeño en París. O un piso pequeño en Manhattan. Pero es bueno tenerlo, cómo vamos a negar eso.


–Usted ha dicho que hemos descendido a la bajeza de Auschwitz, que desde ahí ya es muy difícil descender más. ¿Y subir? ¿El mundo será un lugar mejor?


–Por supuesto que albergo la esperanza de un futuro mejor. Pero ésta es una gran especulación. Cuando los artistas hablan del amor y de la felicidad, hablan de utopías. Y me gustaría creerles.


–Usted escribió en su diario, en enero de 1991, en plena primera guerra del Golfo: “Ambiente de catástrofe”. Siempre hay razón para escribir una entrada así, en el mundo actual. Hoy mismo, sin ir más lejos.


–Es increíble la capacidad que tiene el ser humano de hundirse. Y es alarmante que tan cerca de nosotros esté prevaleciendo una ideología terrible, la del fanatismo religioso, la de los que no valoran la vida propia ni la de los demás. Y cuando no se valora la vida se produce una situación muy peligrosa.


–¿Prevalecerá la amenaza?


–No creo que este fanatismo pueda prevalecer a la larga. No tiene sentido. ¿Cuál es el objetivo? Entiendo que en Palestina quieran su propio Estado, pero no logro entender que el mundo entero gire en torno de esto; es muy bárbaro. La civilización entera puede ser destrozada en diez minutos, pero lleva siglos enteros reconstruirla. Es inconcebible lo fácil que se rompe todo y lo difícil que resulta rehacerlo.


–¿Qué lo hace feliz, Kertész?


–La vida me hace feliz. Es muy difícil analizar la felicidad, la del día a día y la que te sorprende, la que te agarra inesperadamente y en cuestión de segundos te eleva a la creación. Puede haber, en unos segundos, armonía, espíritu positivo, y de pronto todo se evapora. De pronto todo se evapora. Es la única razón por la que estamos aquí, para disfrutar esos segundos, sentir esa ola de calor. Cuando estamos en armonía con la creación, eso es la felicidad.


–Su colega italiano Leonardo Sciascia decía que la felicidad era un instante.


–Y es que no es más, la felicidad son unos segundos nada más.

Fue amigo y discipulo de Andre Breton


Murió Julien Gracq, un grande de la literatura francesa
A los 97 años, era reconocido por su lenguaje filoso y sus atmósferas densas.

André Breton, el padre del surrealismo, decía que Julien Gracq era "el último heredero del surrealismo". A los 97 años, y considerado uno de los escritores más importantes de la literatura contemporánea francesa, Gracq murió el sábado.

El escritor era conocido por sus singulares metáforas, su lenguaje filoso y la densa atmósfera de sus obras. Además del surrealismo -Breton fue su mentor y su amigo-, el romanticismo alemán fue una de sus influencias.

Julien Gracq era el seudónimo -lo había escogido "por razones de ritmo y sonoridad"- de Louis Poirier, nombre con el que había nacido, el 27 de julio de 1910, en Saint-Florent-le-Vieil, en el departamento de Maine et Loire. Fue un estudiante destacado en la Escuela Normal Superior, una institución de elite, y se licenció también en Ciencias Políticas. Trabajó hasta 1970 como profesor de Historia y Geografía, prefiriendo siempre la enseñanza secundaria a la universitaria.

Su obra literaria comenzó con la publicación de En el castillo de Argol (1938), una novela de inspiración surrealista donde muestra su universo literario: le otorga importancia máxima al escenario (Bretaña) y le da prioridad a la atmósfera sobre la intriga. En 1939, tras conocer a André Breton, Gracq adhirió a ese movimiento pero se alejó de él con bastante rapidez. Ese mismo año también abandonó el Partido Comunista francés, en el que había ingresado tres años antes.

Gracq alcanzó verdadero renombre como escritor en 1950 con el ensayo La literatura en el estómago, con el que criticaba la orientación consumista de la literatura francesa y los excesos de los premios literarios.

En 1951, él mismo rechazó el prestigioso Premio Goncourt, que le fue concedido por El mar de las Sirtes. Esta actitud le valió la admiración y el respeto de la crítica literaria parisina. Años después, rechazaría las invitaciones de Fran»cois Miterrand.

Fue poeta en Gran libertad (1947), crítico en Preferencias (1967) y novelista en La península (1970) y por supuesto en Un balcón en el bosque (1958).La editorial Gallimard lo honró en los años 90 con una edición completa de su obra en la lujosa colección Pléiade, privilegio que pocos autores llegaron a disfrutar en vida. El editor de esta obra, Bernhild Boie, lo definió como "un escritor para iniciados, cuyos escritos simbólicos y mágicos revelan secretos perdidos".

Qué opinaba él se puede entender de una de sus declaraciones: "La única literatura necesaria es siempre una respuesta a lo que no ha sido aún preguntado."De sus obras, en nuestro país, se consiguen: Ojos del bosque; En el castillo de Argol y El mar de las Sirtes.

Hace algunos días falleció Jaan Kross, escritor estonio


Jaan Kross, considerado el mayor escritor de Estonia y reiteradamente mencionado como posible ganador del Premio Nobel de Literatura, falleció en la ciudad de Tallin a los 87 años. Doris Lessing dijo de él que era un "fantástico novelista que por su agudeza y hondura debía ser considerado un escritor universal. La Academia (sueca) debió haberse apresurado a otorgarle el premio", agregó. Su vida y su obra estuvieron marcadas por las circunstancias históricas de su pequeño país, víctima sucesivamente de la ocupación de la Alemania nazi y de la Unión Soviética, lo que le significó la cárcel y el exilio en Siberia. Cuando fue liberado en 1954 llevaba consigo, además de las huellas de su duro cautiverio, el conocimiento de varias lenguas que había aprendido en esos años, lo que le sirvió para trabajar como traductor en los años posteriores. Luego comenzó a escribir su propia producción literaria, que fue traducida y conocida en una veintena de países, Francia, Alemania y España, entre otros.
El tema de la responsabilidad del escritor frente al avasallamiento de la soberanía y dignidad por una potencia militarmente superior aparece como un tema recurrente en sus obras. Su figura fue considerada como la de un gran maestro del idioma y la literatura, y como un símbolo de la identidad nacional que contribuyó con su aporte artístico y moral a la fundación de Estonia. Kross estaba casado con Ellen Niit, también conocida en el mundo literario como autora de literatura para niños.

Recibirá Carlos Fuentes homenajes en 2008



Considera la escritora especialista de la obra del autor, Anamri Gomís, que Fuentes representa para México la mirada del extranjero dentro y el dedo incisivo dentro y fuera de la política y la sociedad del país

Considerado uno de los escritores más importantes no sólo del México contemporáneo, sino de Iberoamérica, Carlos Fuentes (1928) ha destacado por retratar en sus obras la realidad de un país, con su pasado, su presente y también su futuro.

Mente brillante dentro y fuera de la intelectualidad contemporánea, Fuentes representa para México la mirada del extranjero y el dedo incisivo dentro de la política y la sociedad nacional, consideró la escritora y especialista en la obra del autor, Anamari Gomís.

Entrevistada a propósito del homenaje nacional que le rendirán diversas instituciones culturales del país en 2008, con motivo de sus 80 años de vida, Gomís aseguró que Fuentes mostró a los escritores contemporáneos nuevas formas de escribir y de expresarse dentro de la literatura.

"No habría ningún escritor que hubiera sido el derrotero de la modernidad literaria de la experimentación si no hubera existido Carlos Fuentes", sostuvo la académica de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Carlos Fuentes, agregó, ha sido y es un escritor muy experimental, eso le abrió las puertas a todos los escritores de hoy, quienes fueron impulsados a seguir este mismo camino con todos y los riesgos que pudiera representar.

Les hizo entender, continuó, que un escritor escribe toda su vida y que dentro del campo de la literatura se puede experimentar como sea, aún con el riesgo de que unas veces se puede llegar a un puerto feliz y seguro y otras no tanto.

Recordó por ejemplo que mientras el escritor y diplomático escribía "La región más transparente" (1958), un libro que se centra en la realidad urbana del país, los autores de aquella época aún escribían sobre el surrealismo o lo fantástico, ahondó la académica.

A principios de 1960, continuó, Carlos Fuentes escribió "La muerte de Artemio Cruz", en este libro nuevamente muestra su preocupación por explicarse qué es el México moderno y qué pasó con la Revolución, lo cual resulta curioso pues en ambas obras se muestra a un escritor realista.
Lo curioso, apuntó Gomís, es que Fuentes se establece como un autor realista que busca hablar sobre la zaga revolucionaria de su país en una época en la que otros escritores estaban preocupados por lo que iba a ser el surrealismo.

No obstante que en 1954 publica "Los días enmascarados", una serie de seis relatos en los que conjuga la sátira, la ciencia-ficción y la fantasía, esto último ocurre con "Aura" (1962) una novela corta, considerada entre las más importantes por el boom literario que originó en los años 70, del siglo pasado.

Ante esa necesidad de Fuentes de explicarse México y Latinoamérica con respecto a Europa, fue como nos regaló obras de gran valía como "Terra nostra" (1975), "Cristóbal Nonato" (1987) o "Cambio de piel" (1967), entre otras tantas, abundó la académica.

En su opinión, su ir y venir de un país a otro, primero por la profesión de su padre Rafael Fuentes Boettiger, embajador México en Holanda, Panamá, Portugal e Italia y después por su misma actividad como diplomático y periodista, hizo de su obra una nueva forma de ver el país y de que los extranjeros se interesaran en él.

Otra característica de Carlos Fuentes, expuso la autora, es que siempre ha sido un escritor arriesgado, como contador de historias, pues el también miembro de la llamada "Generación del medio siglo" vaticina y habla del futuro político y social no sólo de México sino de América Latina.

"Cristóbal Nonanto" y "La silla del águila" (2003) son tan sólo una muestra de la visión política y social que ha desarrollado este escritor, la cual explica al lector la forma como ha funcionado el mundo pero que además experimenta con las formas de ese mundo en sus novelas.

Fuentes, subrayó Gomís, es un escritor fantástico, se mueve en la novela como le da su gana y lo mejor de todo es que puede hacerlo con una maestría impecable que ha servido de ejemplo a seguir para otros autores.

"Lo hizo (Miguel de) Cervantes (Saavedra) y con su obra no sólo está levantado polémica sino que, lo más importante, está diciéndole al mundo lo que es México, lo que somos con relación a Europa y que para muchos escritores eso ya no importa", ahondó la especialista.

Pese a que Fuentes ha sido un ejemplo de experimentación para muchos escritores actuales, dijo, la diferencia es que a estos autores les atrae más el expresarse con un lenguaje bonito o relatar una historia que les salga bien y no están haciendo una novela que sea la explicación de todas las cosas como lo haría Carlos.

Fuentes es narrador, ensayista, guionista, teatrero; es novelista y cuentista; es uno de los hombres más polifacéticos dentro de la intelectualidad nacional y para el mundo.

En un ensayo publicado en "Letras Libres" con motivo del 75 aniversario del natalicio del escritor mexicano nacido en Panamá, la también escritora Elena Poniatowska comentó: "Carlos Fuentes es la mina en que pueden excavarse tesoros escondidos, es el pozo sin fondo, el espejo enterrado".

Carlos Fuentes -agrega el escrito- "ha conocido la traición, la muerte, el amor, la crítica demoledora, la adulación perversa, la admiración sin límites, la recuperación del pasado y la memoria del futuro, el cansancio, la exaltación".

"Sobre todo, Fuentes conoce bien las dos Américas y las refleja.
Sabe que el pasado, el presente y el futuro están en ellas, aquí y ahora, y que lo conforman también a él, como hombre moderno. Son sus batallas".
Al respecto, Anamari Gomís opinó que Fuentes es un renacentista moderno, para él nada es ajeno, siempre está hablando de los géneros que van ocurriendo, prueba de ello es su participación tanto en el cine, como en el teatro, la política interior y exterior.

Creo, subrayó, "que es nuestro escritor más universal y más preocupado por México, por ello, veo con gran satisfacción que este homenaje nacional que le rendirán algunas instituciones gubernamentales es muy justo y comprensible.

Para Gomís, la literatura mexicana sin Fuentes hubiera tardado mucho, México se conoce a través de este escritor cuya obra ha sido traducida a diversos idiomas y muy merecidos han sido los múltiples reconocimientos que ha recibido a lo largo de su vida intelectual.

Entre estos destacan el Premio Príncipe de Asturias de las Letras 1994, el I Premio a la Latinidad, concedido por las Academias francesa y brasileña de la Lengua 1999, la Medalla de Honor Belisario Domínguez (que concede el Congreso mexicano), y muchos otros.

Durante el 2008, instituciones culturales como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, el Instituto Nacional de Bellas Artes, el Fondo de Cultura Económica y la Universidad Nacional Autónoma de México, han preparado una serie de actividades para analizar su obra y su trayectoria intelectual.

Coloquios, conciertos, obras de teatro, funciones de cine, presentaciones de libros son algunas de las actividades que se tienen planeadas para el siguiente año y que estarán relacionadas con la obra y el pensamiento crítico de Carlos Fuentes, que culminarán con el día de su cumpleados el 11 de noviembre.